reunión de dialogo de saberes

Por: Judith Robleto

Con el acompañamiento de la rectora magnífica de URACCAN, Dra. Alta Hooker Blandford, los participantes del Doctorado Internacional en Educación Superior Intercultural en Contextos del Buen Vivir sostuvieron un diálogo de saberes con comunitarios de la Colonia Jerusalén, del municipio de Nueva Guinea.

Para la rectora de esta casa de estudios superiores interculturales, la idea  principal era tener un diálogo de saberes entre comunitarios y los estudiantes, asegurando que “la experiencia fue sumamente enriquecedora, porque sin habernos conocido antes, las compañeras y compañeros, compartieron cómo viven, sus intereses, qué tienen en la comunidad, cómo llegaron allí; y luego el estudiantado del doctorado compartió sus vivencias”, comentó.

Además, una de las finalidades del conversatorio, según la Dra. Hooker, fue “hacer un análisis de esa práctica que nos llevará a profundizar la parte teórica”, explicó.

Un compartir de experiencias y culturas que enriquece la interculturalidad

La Colonia Jerusalén se fundó en 1965 y actualmente cuenta con 104 familia y 753 personas, según datos proporcionados por los habitantes de la Colonia.

Yamileth Ortega, directora del Centro Escolar de la Colonia Jerusalén, aseguró que “este compartir es muy importante porque motivamos a una comunidad a que no se sienta inhibida, si no que sienta que es importante, estando con estudiantes de un Doctorado, y la URACCAN que es una Universidad muy amplia en cobertura”, comentó.

La maestra, además afirmó que el compartir “ayuda a motivarnos, siendo una comunidad pequeña, esto nos ayuda al compartir de culturas”, dijo.

Entre las experticias compartidas de las vivencias y sentires, destacó la de Lucía Castro, partera de la Comunidad; quien explicó que con 61 años aun continúa atendiendo a las mujeres que presentan problemas con su embarazo.

“Yo las sobo cuando ellas se sienten mal, luego del alumbramiento las curo, le limpio el obligo al bebé, ahora que el Ministerio de Salud no permite hacer partos en casa; antes yo sola atendía a las mujeres en sus casas y gracias a Dios ni una sola se me ha muerto en más de 30 años de hacer este trabajo que es por amor, porque me gusta ayudar”, compartió Castro.