Segundo conversatorio: reflexiones en torno a las experiencias pedagógicas interculturales

Segundo conversatorio: reflexiones en torno a las experiencias pedagógicas interculturales

El pasado 2 de julio de 2020, se llevó a cabo el segundo conversatorio de los seis que organizó el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología del Gobierno de Salta, adscrito a la Cátedra UNESCO. Este se titulaba “Viejas tensiones y nuevos desafíos para la Educación Intercultural y la Formación Docente: aportes desde experiencias pedagógicas”, y permitió compartir saberes y sentires de diversos expertos sobre la educación intercultural bilingüe.

Los invitados a esta segunda ronda, que fue moderada por el profesor Fernando Ovando, fueron: Eva Lincan, mujer mapuche del Instituto de Educación Superior N° 818; Mirta Millán, de la Escuela de educación Estética N° 3; Pablo Choque, del Instituto de Educación Superior N° 6023-1; y Pol Zayat, del Instituto de Culturas Aborígenes. Ellos compartieron sus experiencias de formación docente, así como sus respectivos análisis y aportes a la educación intercultural, en función del rescate y conservación de las lenguas autóctonas.

Eva Lincan reflexionó en torno al sentido de la formación intercultural desde la ética, la política y la epistemología. En primer lugar, Lincan plantea que es necesario reconocernos, asumir nuestra historia e identidad de pueblos indígenas; y, en segundo, es determinante pensar en qué conocimientos podemos y debemos transmitir al educar, fuera de la historia oficial construida por quienes se han impuesto a base de poder.

Los expositores coincidieron en que el punto de partida de las luchas por una educación sustentada en la identidad indígena fue el año 1992, cuando se cumplían los 500 años del llamado “Descubrimiento de América”. Ese año surgieron muchos grupos de jóvenes indígenas a lo largo de Abya Yala, exigiendo que se les devolvieran las tierras de las cuales habían sido despojados, sistemas educativos basados en su historia y sus resistencias, en la reivindicación de sus culturas.

Es este sentido, es necesario implementar una “Pedagogía de la Ancestralidad”, que restaure la memoria histórica y asuma el dolor que han cargado nuestros pueblos y que aún está presente en nuestras escuelas, donde se impone una cultura y una lengua que atropella lo propio.

El desafío de la educación intercultural, según Lincan, sería recuperar la lengua de la tierra, no solo desde una perspectiva gramatical, sino también política, cultural, económica, etc. En este mismo orden, Mirta Millán, considera que el desafío en la formación intercultural bilingüe es enorme, considerando que no se incluye la interculturalidad en los diseños curriculares que habiliten la perspectiva crítica y descolonizadora.

La educación intercultural debe ser transversal y aparecer en los distintos sistemas que regula el estado: educación, derecho, entre otros. Y en todo ello concuerda Pablo Zayat al afirmar que se aprende a través del testimonio vivo del pueblo, que pertenece a una memoria histórica. Mientras no se incorpore la interculturalidad y el bilingüismo a los modelos curriculares de nuestros países, la educación seguirá generando desconfianza, porque genera prejuicios que apartan a las nuevas generaciones de la comunidad.

Pablo Choque, por su parte, planteó otro de los grandes y más recientes desafíos a la educación intercultural, y este radica en la pandemia Covid-19, la que se mezcla con las viejas tensiones y nos impulsa a buscar nuevos modos de trabajar e integrar a los pueblos indígenas en la creación de diseños curriculares que se sustenten en sus realidades.

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