Este viernes, 24 de julio, se llevó a cabo el quinto conversatorio del ciclo de reflexiones organizado por el MECCyT. Este tuvo por nombre “La construcción curricular de la formación docente en clave intercultural” y fue moderado por el profesor Enrique Fabián, director general de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos del MECCyT, donde diversos expertos analizaron y aportaron a las discusiones en torno a la educación intercultural bilingüe (EIB) como eje transversal en los programas curriculares de América Latina.
La profesora Elizabeth Castillo Guzmán, del Centro de Memorias Étnicas, inició sus reflexiones en torno al contexto pandémico actual, mismo que ha transformado de golpe todo lo que concebimos como escuela, que nos ha empujado hacia la virtualidad, pero que plantea más desafíos que soluciones.
Las transformaciones curriculares, aseguró la experta, deben producir condiciones de equilibrio de saberes y conocimientos, dialogar con concepciones de vida que provienen de pueblos originarios. A todo este complejo y necesario proceso, la profesora Castillo lo llama “Justicia Curricular”.
Este novedoso concepto plantea el equilibrio de esos conocimientos que provienen de la historia, la cultura y la lucha de los pueblos originarios y afros con los programas de formación de maestros. Dentro de esa concepción, la universidad debe abrirse a la diversidad y diseñar programas educativos que formen para la vida, y no para la competencia ni la automatización de saberes.
En ese orden de ideas, la especialista Anny Ocoró Loango, sostiene que la escuela es una arena de batalla que está permanentemente en tensión, porque cada vez más grupos sociales se auto-reconocen y exigen los derechos que la educación monocultural les ha negado.
En América Latina, afirma Ocoró, tenemos un currículum que “ha contribuido a reproducir las desigualdades étnico-raciales”, manteniendo en la subalternidad a los pueblos indígenas y afrodescendientes. O sea, que nuestros sistemas de formación parten de un proyecto blanqueador, el cual selecciona contenidos, valores e ideologías que se han naturalizado y que han impuesto formas de ver el mundo. De ahí que, para esta ilustre pensadora, el currículo se constituye en el espacio actual de lucha para impulsar los cambios políticos y culturales que necesita América Latina.
Continuando con el orden de las exposiciones, hizo su intervención la coordinadora de la Red de Investigación Participativa Aplicada a la Renovación Curricular, Noemí Milton, quien enfatizó en que ya hay carreras que tienen el enfoque de educación intercultural bilingüe, lo que evidencia el esfuerzo a nivel latinoamericano de distintas redes universitarias por visibilizar la historia, la lengua y a cultural ancestral.
No obstante, la experta sostiene que no existen aún carreras EIB, propiamente, sino que se desarrollan a la luz de ese enfoque. Para ello, un currículo EIB se basa e el acompañamiento comunitario, en incorporar a los Mayores en los procesos de construcción de los programas educativos y en la reconstrucción de la espiritualidad indígena.
En ese punto, Mónica Cohendoz, del Instituto Superior de Formación Docente No. 22, asegura que nuestros docentes en América Latina no son formados para promover una cultura pluriétnica y plurilingüe, porque su educación está desarraigada.
Para desarrollar un currículo EIB, según la investigadora, debemos redefinir toda nuestra literatura, pues esta se ha impuesto como una norma interpretativa oficial, legitimando valores culturales, éticos, políticos, ideológicos y estéticos. Es necesario pues que toda nuestra literatura retorne al sentido mágico, a sus conexiones espirituales, como es propio de las comunidades étnicas y como debe transversalizar nuestros currículos.
Ver el video:
- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios